“Canción Animal empieza a generarse en mi casa”. De esta manera Gustavo Cerati intentaba explicar lo inexplicable. El inicio del big bang. De la explosión y consagración definitiva (por si faltaba consagrarse nuevamente) de Soda Stereo.
Tras la conquista de México, el mercado fuerte de Latinoamérica, con la aparición de Doble Vida y esa interminable gira, y tras la experimentación de Languis, Cerati buscó volver a las fuentes eternas del rock argentino. La guitarra como preponderancia, y un sonido rockero similar al de los años 70. “El concepto del disco se fue cerrando de movida. Tenía una idea de cómo hacer los temas, del sonido que buscaba”.
“Cuando terminamos la gira Languis, con Gustavo empezamos a charlar que para el próximo disco íbamos a limpiar mucho la música”, confesaría Zeta Bosio. “Estábamos ya podridos de tocar con tanto funk y tanto groove. Queríamos buscar un rock más directo”.
Según el propio Gustavo, el proceso de gestación de Canción Animal comenzó en Agosto de 1989, con la aparición del primer tema, y Marzo de 1990, con los arreglos de la última canción. “En mi casa tenía un estudio de 8 canales”, recuerda. “Me puse a juguetear con eso. La idea que partió en la creación fue la de englobar las canciones de este disco en algo. Que haya un mismo concepto que las una”.
Cerati aprovechaba el silencio de la madrugada para componer los nuevos temas. Trabajaba en uno, le encontraba la vuelta, y al otro día se lo mostraba a Zeta. “Recuerdo que él venía con su cassette mientras estábamos terminando la gira nacional de Languis”, mencionaría Bosio. “Subíamos a un avión y me decía “che, mirá, mirá lo que estuve haciendo ayer”, y me ponía los auriculares”. El propio Zeta confesaría su admiración por el trabajo que estaba realizando Gustavo para ese nuevo disco. “Yo estaba también haciendo cosas en mi casa, por mi lado, para el siguiente LP de Soda. Pero después que escuché los demos de Gustavo dije “listo, esto no tiene descarte, hay que grabar todo”. Eran fantásticos”.
Finalmente los demos de Cerati fueron levemente modificados en un trabajo conjunto realizado en la sala de ensayo del grupo. “Cambiamos algunos arreglos, algunas cosas. El disco tomó otras características, a mí me parece que quedó mucho mejor”, explicaría Cerati.
Tras las experiencias de haber trabajado Ruido Blanco en Barbados (en 1987), y grabado Doble Vida en Nueva York (en 1988), el grupo decidió repetir la posibilidad de registrar el nuevo LP fuera de Argentina.
“Para la grabación de Canción Animal teníamos la posibilidad de volver a Barbados nuevamente”, recuerda en exclusiva Adrián Taverna. En realidad era un ofrecimiento que la compañía le realizaba al grupo, entendiendo la calidad que se había obtenido en Ruido Blanco. “Teníamos claro que no queríamos ir a una ciudad como lo que fue en Doble Vida. Una ciudad así, como Nueva York o Londres. Una ciudad cosmopolita o cargada”, menciona Taverna. Soda Stereo buscaba un lugar que no resultara agobiante a la hora de trabajar.
Barbados parecía ser lo lógico; una isla tranquila, aislada del resto del mundo, que permitía justamente el espacio necesario para el trabajo que requería la grabación de este disco. Sin embargo aquellas características positivas, podrían transformarse inmediatamente en un problema. “La experiencia que habíamos tenido en Barbados fue importante y muy buena. Pero era una isla apartada del resto. Nosotros necesitábamos renovar equipamientos, tener acceso a instrumentos, por una cuestión de practicidad, y eso Barbados no lo tenía”.
Para 1990 la banda se había transformado en el grupo más importante del continente. Lo sabían, y aprovecharon aquella popularidad para pedirle condiciones a la compañía. Recuerda Taverna: “Éramos una banda consolidada. En constante crecimiento, y la compañía estaba muy interesada en lo que íbamos a hacer, entonces teníamos la capacidad de pedir lo que fuera, y lo hicimos. Ya no éramos locales, éramos un artista mundial”.
CBS ofreció entonces la posibilidad de grabar en Miami. “Ellos vinieron y nos dijeron que podíamos elegir entre los estudios Ocean Way y Criteria”. Los Soda y Taverna finalmente elegirían éste último. “Vimos qué artistas habían grabado ahí, vimos el equipamiento que tenía disponible, y no dudamos ni un segundo”.
Criteria era lo más grande que se podía conseguir en Miami. Tenía cuatro estudios dentro de su predio. Uno alquilado todo el año por Julio Iglesias, y otro por Roberto Carlos, el cantante brasilero.
Soda Stereo partió hacia Estados Unidos el sábado 09 de Junio de 1990. El lunes 11 comenzó oficialmente la grabación en Criteria. “Nosotros íbamos a las 10 de la mañana al estudio”, recuerda Taverna. “Metíamos 8, 9 y a veces 10 horas de corrido, todos los días, sin descanso”. En aquella primera etapa, el grupo estaba acompañado por Tweety González, Daniel Melero y Mariano López. Días después viajaría Andrea Alvarez junto a Peter Baleani, productor del trío.
“La grabación del disco llevó unos 42 días”, diría Tweety González. “Mas que nada se trabajó en el sonido, porque la música estaba bastante resuelta a la hora de llegar a grabar. Se trabajó mucho el sonido de la batería, en cosas muy técnicas”.
“Nos llevó casi 400 horas de estudio terminar Canción Animal”, nos comenta Taverna. “Cuando le dimos el disco a la compañía, se dieron cuenta que teníamos un diamante en bruto”. Inmediatamente CBS pretendió marcar las pautas para la promoción. “Ellos querían largar de primera con De Música Ligera. El grupo no quiso, y se generó mucha tensión”. Cerati tomó la posta y se negó. Sugirió lanzar el LP con (En) El séptimo día como corte de difusión, “salgamos con este tema para ver cuál es la reacción de la gente, no quememos de movida al hit que tenemos”. Los directivos aceptaron.
“No se puede prever el éxito que tuvo De Música Ligera”, confesaría Cerati tiempo después. “Sí es verdad que te pega primero a vos. Creo que es un tema que genera una hecatombe. Podríamos haberlo hecho hace 5 años, o dentro de 10 o 12. Es atemporal”.
Finalmente el 07 de Agosto de 1990 saldría a la venta Canción Animal. “El gran proyecto como disco de Soda Stereo”, definiría el propio Cerati. “Es un disco totalmente nuevo, más instantáneo que los otros. Es un long play que encierra sonidos vivos, es una cosa realmente más animal”. La estadística fría dijo que se trata del trabajo más vendido en la historia de la banda. El tiempo, por su parte, lo definió como un ícono musical que ha trascendido los años.
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