ENREMOLINOS

‘De música ligera‘ superó las 400 millones de reproducciones en Spotify

Lo sé. Podría ser tranquilamente un dato random de todos los que se ven día a día en internet. En ese vasto mundo virtual donde lo relevante pierde consistencia ante lo que se repite por el solo hecho de repetir. De hecho, si lo pienso, no tendría sentido siquiera escribir un artículo al respecto. Pero esto va un poco más allá.

Navego un poco y me encuentro con un tweet de Rock en las Américas donde se menciona que ‘De música ligera‘, de Soda Stereo, superó hace unos días la barrera de las 400 millones de reproducciones en Spotify. No solo eso, se trata del tercer tema de rock en español lanzado en el siglo XX en alcanzar ese hito, sumándose entonces a ‘Lamento boliviano‘, de los Enanitos Verdes, y ‘La flaca‘, de Andrés Calamaro. Y ahí es donde, creo, comienza a tomar relevancia aquel dato random del que intentamos escapar.

A ver, pongamos en contexto. Vivimos actualmente en una contienda musical donde se premian los clicks por encima de la calidad. O peor aún: donde cada reproducción se establece como vara cualitativa para marcar quién sí y quién no.

Si hablamos de artistas juveniles los algoritmos y las estadísticas son realmente inalcanzables. Y en algún punto, inentendibles. Basta con ver (o bueno, escuchar) lo que generan Bizarrap, Lali Espósito, Tini Stoessel y una larga lista de etcéteras para comprender que esos números son estratosféricos.

Está claro. Hoy en día la industria musical se maneja por el impacto inmediato. Y eso incluye las plataformas virtuales. La cantidad de visitas en Youtube, o la cantidad de reproducciones en Spotify, marcan la trascendencia que tiene un artista. Lamentablemente se mide así y eso es imposible dominarlo, incluso entendiendo que ese impacto, tan fuerte y contundente, terminará siendo efímero y poco menos que intrascendente. Difícilmente estos artistas marquen una época, como sí sucedía en los años 60s, 70s u 80s.

Pero en fin, dejando de lado un poco esa nostalgia, cabe destacar que la vigencia de Soda Stereo, entre tanto ruido actual, cobra un sentido diferente. Estamos hablando de una banda que tocó por última vez hace más de 15 años (con Me verás volver), que su último disco con material nuevo fue editado hace 28 (Sueño stereo, en 1995), y que logra esta marca con una canción que se dio a conocer en 1990 (con el disco Canción animal).

 

Allan Kelly Márquez

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‘De música ligera‘ superó las 400 millones de reproducciones en Spotify

Lo sé. Podría ser tranquilamente un dato random de todos los que se ven día a día en internet. En ese vasto mundo virtual donde lo relevante pierde consistencia ante lo que se repite por el solo hecho de repetir. De hecho, si lo pienso, no tendría sentido siquiera escribir un artículo al respecto. Pero esto va un poco más allá.

Navego un poco y me encuentro con un tweet de Rock en las Américas donde se menciona que ‘De música ligera‘, de Soda Stereo, superó hace unos días la barrera de las 400 millones de reproducciones en Spotify. No solo eso, se trata del tercer tema de rock en español lanzado en el siglo XX en alcanzar ese hito, sumándose entonces a ‘Lamento boliviano‘, de los Enanitos Verdes, y ‘La flaca‘, de Andrés Calamaro. Y ahí es donde, creo, comienza a tomar relevancia aquel dato random del que intentamos escapar.

A ver, pongamos en contexto. Vivimos actualmente en una contienda musical donde se premian los clicks por encima de la calidad. O peor aún: donde cada reproducción se establece como vara cualitativa para marcar quién sí y quién no.

Si hablamos de artistas juveniles los algoritmos y las estadísticas son realmente inalcanzables. Y en algún punto, inentendibles. Basta con ver (o bueno, escuchar) lo que generan Bizarrap, Lali Espósito, Tini Stoessel y una larga lista de etcéteras para comprender que esos números son estratosféricos.

Está claro. Hoy en día la industria musical se maneja por el impacto inmediato. Y eso incluye las plataformas virtuales. La cantidad de visitas en Youtube, o la cantidad de reproducciones en Spotify, marcan la trascendencia que tiene un artista. Lamentablemente se mide así y eso es imposible dominarlo, incluso entendiendo que ese impacto, tan fuerte y contundente, terminará siendo efímero y poco menos que intrascendente. Difícilmente estos artistas marquen una época, como sí sucedía en los años 60s, 70s u 80s.

Pero en fin, dejando de lado un poco esa nostalgia, cabe destacar que la vigencia de Soda Stereo, entre tanto ruido actual, cobra un sentido diferente. Estamos hablando de una banda que tocó por última vez hace más de 15 años (con Me verás volver), que su último disco con material nuevo fue editado hace 28 (Sueño stereo, en 1995), y que logra esta marca con una canción que se dio a conocer en 1990 (con el disco Canción animal).

 

Allan Kelly Márquez

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