Siempre es gratificante escucharlo. Richard Coleman vuelve al ruedo con su carrera solista junto a su banda, la Trans Siberian Express, y tras la impresionante gira “Gracias Totales” y prepara su primer show en tierras chilenas para el mes de Octubre. Mientras tanto, en una entrevista realizada por Kienyke, primer medio nativo digital de periodismo independiente de Colombia, se refirió ampliamente a la relación que tuvo (y tiene) con Gustavo Cerati y a los comienzos de Soda Stereo:
¿Cómo describes el proceso musical de Gustavo Cerati?
– Gustavo en el momento de trabajar era workalcoholic, era apasionado, obsesivo y siempre llevaba las cosas al límite, digamos. Siempre lo dije y lo hablé con él. Había una situación que, no era una búsqueda de la perfección, pero sí de la excelencia. Lo máximo que se podía sacar, de una canción, de un arreglo, de una toma de grabación. Y eso lo aplicaba en sus proyectos a todo nivel, ya sea en los ensayos que eran muy intensos. Siempre era ir al máximo. Eso estaba muy bien, fue algo que compartimos y que fue muy importante para mí presenciar, estar trabajando en esa frecuencia.
El día que Richard Coleman acompañó la despedida de Soda Stereo…
– Recuerdo un momento en que Gustavo me hace una seña durante “Primavera 0” para que vaya con él al centro del escenario, y yo le hice una seña, señalándole el piso, como diciendo “no, no puedo ir al centro del escenario porque estoy controlando los filtros con los pedales, si yo me muevo de acá no va a sonar lo que necesito que suene”. Y eso fue gracioso porque en realidad para mí era más importante que sonara lo que tenía que sonar a estar en el medio del escenario con Soda y con Gustavo. Pero bueno, esa siempre fue la clave de nuestra relación. Primero que nada el amor a la música y el respeto por los proyectos y por el sonido, mas que las luces y los espejitos de colores.
Ese fue un momento muy potente, tantos años, tantos clásicos y tanta gente, muy emocionante. De cualquier manera, mi amigo me tenía acostumbrado a esas cosas. Había estado en el “Ultimo Concierto” que se repitió después con “Me verás volver”. Esas cosas fueron muy impresionantes. Después las giras que hice con Ahí vamos y con Fuerza natural no fueron cosas menores, fueron muy importantes en toda Latinoamérica.
Su reencuentro con Soda Stereo en la gira “Gracias totales”…
– Eso fue algo que uno aprendió a domar en el camino. Los primeros ensayos fueron muy emocionantes, ahí fue donde aprendimos a tocar con y sin Gustavo. Los momentos de emoción más intensos, para mí, fueron en los ensayos, porque ahí era donde estaba la situación cruda, sin el público. Porque el público de alguna manera maximiza todo pero, de alguna manera, la carga energética también te da una responsabilidad, porque tampoco te podés emocionar tanto cuando tenés tanta responsabilidad encima y estás en el escenario frente a tanta gente. Podés dejarte llevar un poco pero no arrasar con las emociones. Y en los ensayos sí pasó eso. Fueron unos ensayos de lágrimas, esas lágrimas agridulces, porque el poder reinterpretar esas canciones fue muy lindo, muy emotivo.
Las sensaciones tras la enfermedad y fallecimiento de Gustavo…
– No puedo compartir cómo lo recibí. Es un poco evidente, fue una sensación muy dolorosa y transitar todo ese tiempo fue muy feo. Uno trataba de estar ahí para acompañar a la familia, sentir un poquito que podía acompañar a ese amigo que estaba en stand by en un momento y que todavía había una lejana esperanza de que pasara algo. Pero realmente no me siento muy cómodo hablando de eso.
Su disco favorito de la obra de Gustavo Cerati…
– Mi disco favorito es Dynamo, sin dudas. Siempre fue mi disco favorito desde que salió, me parece que es el disco que más rompió con todo lo esperado. Siempre me gustaron los artistas que salen de su zona de confort y los artistas que yo admiro y admiré siempre fueron los artistas que generaban algún tipo de disrupción entre un disco y el otro. Y Dynamo, después de Canción animal, me parece un gran ejemplo. Cuando con Canción animal ya habían recontra conquistado todo el universo, con un disco mas bien de rock clásico, muy bien hecho pero que no deja de ser un sonido clásico y comprensible, el salir con Dynamo, un disco totalmente a contramano del mainstream de ese momento, es impresionante. Era un disco que se subía a la vanguardia del noice rock de ese momento con una elegancia increíble.
De ese disco siempre me gustó mucho “Primavera 0”, me parecía un gran corte. Y el que me rompió la cabeza, especialmente ahora que lo toqué tanto en “Gracias totales” fue “En remolinos”, me pareció tremendo. Tremendo cómo está trabajado. Es más, lo tuve que trabajar desde adentro para analizar todo el trabajo de guitarras, los arreglos y la estructura de la canción. Lo disfruté muchísimo tocándolo en esta gira.
¿Qué sería lo primero que le diría a Gustavo?
– “Escuchá estos últimos temas que hice, a ver qué te parecen”. Obviamente lo primero que haría sería mostrarle lo que estuve haciendo.
| Por: Kienyke |