Tardó en llegar, pero al final, como dice la canción de Soda Stereo, hubo recompensa. A pesar de que la lluvia postergó por 24 horas el show de Gustavo Cerati, la espera valió la pena. Ante las 25 mil personas que cubrieron buena parte del predio del Club Ciudad, en su mayoría en la franja de los 30 años (y algo más), Cerati exhibió anoche los temas de su último disco, Fuerza natural. Y demostró que su poder de seducción, como el de sus canciones, se mantiene intacto.
Al mando de su banda, integrada por Richard Coleman, Gonzalo Córdoba, Leandro Fresco, Fernando Nale, Fernando Samalea y Anita Álvarez de Toledo, a las 20.20 el anfitrión arrancó su presentación usando una máscara y tocó el tema que le da nombre a su último disco. El comienzo del repertorio se basó en las canciones de Fuerza natural y, después de “Magia”, llegó el turno del corte de difusión, “Déja vu”. “Lamento lo de la lluvia de ayer (por el sábado), pero la fuerza natural debe ser respetada… sino se viene el desastre”, dijo y sonó justamente el tema “Desastre”. Y siguió con las canciones más recientes, hasta cerrar la primera mitad del concierto con “He visto a Lucy”.
A esta altura no es novedad hablar del cuidado de las puestas del músico. Ayer, una vez más, ratificó su estilo basado en canciones pop, con la potencia rockera que le imprimen él mismo y Richard Coleman, desde sus puestos de guitarristas, a veces líderes y a veces no. Pero también despuntó su costado electrónico y en el comienzo del show convirtió al club Ciudad en una especie boliche. Todo, apoyado en la puesta de Martin Philips, quien aportó sus diseños a las últimas presentaciones de Soda Stereo, y que trabajó con bandas como Daft Punk y Nine Inch Nails, las proyecciones en vivo de Nicolás Bernaudo y el vestuario de Manu Morales. La curiosidad es que esta vez el campo estuvo dividido, con un sector VIP ubicado junto al escenario.
“¿Está bien el volumen?”, le preguntó Cerati al público. “Un saludo a los vecinos”, bromeó en referencia a la prohibición que rige desde ahora para organizar recitales en el Club Ciudad. Y luego reclamó que deberían haber “más lugares para poder tocar”.
Cerati dejó para la segunda mitad de su presentación un ir y venir por su pasado. Con punto de partida en los tiempos de Soda, con el tema Zona de promesas, y un trayecto con escalas en sus discos como solista: Amor amarillo, Colores santos (el proyecto compartido con Daniel Melero), Bocanada, Siempre es hoy y Ahí vamos.
| Por: Clarín |